...es una mirada afectada, un encuentro en la propia poética, esa que intenta abarcar lo impensado, lo irreal, como dimensionar desde la lírica el mundo de otro supuesto en una suma de imágenes, que caen unas sobre otras para terminar de cerrar ese cuadro profundo, es el tacto sensible, ahí donde se luce A la vera, lucia. Esas letras en que Federico burgi lleva hasta un punto dramático, asfixiante, con ese registro de voz, como bordeando siempre un limite de cordura, acompañado en la base y el groove en detalle de Eber Leguizamón en bajo y Federico Marquez en batería. Juntos derrochan un talento que no pasa desapercibido en el arte de adornar canciones de atmósferas y energías que divagan en sonidos cercanos al rock alternativo (con lo general que suena esa etiqueta, pero si se puede decir que es alternativo porque es una variable que surca la rareza). Desde el 2015 tienen grabaciones dando vueltas, "Vecina Intergalactica", "El color que cayo del cielo" (2015) y "Dos, tres, muchos fuegos" (2016)..."Orgías repentinas, antes y luego del silencio. Lo normal de lo extraño es su soledad."
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